Febrero 2024.
Desde la Unión de Asambleas de Comunidades repudiamos el accionar violento y saqueador de este gobierno de ultraderecha que pretende imponer una dictadura.
Nos unimos a las múltiples voces de colectivos de pueblos originarios, asambleas socioambientales, asambleas barriales, jubiladxs autoconvocadxs, colectivos de cultura y ciencia digna y todas las organizaciones y comunidades que se manifiestan en defensa de los territorios.
El contenido del DNU, de la ley ómnibus y del llamado protocolo de seguridad, constituyen una prueba elocuente de la condición cipaya del presidente, sus ministros, los llamados tribunales de justicia que hicieron oídos sordos a las solicitudes de amparo interpuestas, y las personas que, ocupando bancas en el congreso de la nación, adhieren vilmente a este proyecto de entregar el territorio argentino a subasta pública en beneficio de la casta dominante de siempre: las élites transnacionales que conforman el 1 % de la población mundial que ha concentrado la suma de poderes dominantes.
Ante las manifestaciones populares que defienden las posibilidades de reproducción de la vida, la respuesta es un altísimo nivel de violencia.
Un ejemplo es la represión inusitada contra las personas y organizaciones que se expresaban contra la Ley Ómnibus y el Decreto de Necesidad y Urgencia en la ciudad de Buenos Aires, que fue replicado por algunos gobernadores en sus provincias. En la Plaza de los Dos Congresos actuaron la mayor parte de las fuerzas represivas del estado, utilizando gases mucho más sofisticados y peligrosos que los habituales y violando todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos. Se trató de quebrar a cualquier costo el derecho a manifestarse -obsesión de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich- y entre las principales víctimas de la represión estuvieron lxs jubiladxs y lxs comunicadorxs.
Repudiamos estos hechos de violencia, así como la persecución del gobierno nacional contra los pueblos originarios, especialmente el pueblo mapuche, al que pretenden responzabilizar de los incendios en el Parque Nacional Los Alerces en Chubut. Nada más lejos de la cosmovisión de ese pueblo ancestral que la destrucción de la naturaleza.
Y como si fuera poco, el proyecto para destruir los bienes comunes avanza, pretendiendo borrar de un plumazo todas las leyes que los salvaguardan; están en grave peligro: las semillas nativas, los bosques, las montañas, los glaciares, los mares y múltiples ecosistemas frágiles indispensables para el sostén de la vida en el planeta.
Advertimos que estos actos del gobierno cipayo y entreguista, evidenciados además en la participación de Milei en Davos, el proyectado viaje a Israel, el contacto reciente con el Ceo de Blackrock, junto a la violencia ejercida sobre el pueblo, suprimiendo su legítimo derecho a la manifestación política, son indiscutibles provocaciones que no podemos permitir.
El resultado de las elecciones no es un cheque en blanco y la media sanción de la desplumada Ley Ómnibus no nos amedrenta. Como UAC, seguiremos en la lucha junto a las organizaciones que defienden nuestro derecho colectivo a ser Pueblo Digno, anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial.