Es por estos momentos que surge el interrogante acerca de qué es la muerte, esa pregunta que cala hondo porque percibimos una ausencia y duele, y sólo encontramos respuesta en el abrazo de compañero/as de camino y de lucha.El 30 de mayo murió Nora, Norita, esa luchadora de las causas justas, pero justas de verdad, de certidumbre y de justicia. La noticia nos dejó inmóviles y,quizá, no pudimos darnos cuenta pero hoy se siente la ausencia y aparece el dolor. Pero, a pesar del dolor, es necesario e indispensable salir a defender las causas justas, como nos enseñó Norita, como lo hacía ella, como decía ella,como pensaba ella en esa eterna coherencia de acción, palabra y pensamiento, con esa maravillosa utopía que la mantuvo caminando cada jueves, cada día, en cada causa, en todos los territorios que podía habitar. Fue, es y será una Imprescindible, fue, es y será horizonte, fue, es y será ejemplo y compañía. Mucho/as crecimos al calor de sus palabras, de su mirada dulce y maternal y este será el motivo para seguir habitando las calles, las luchas, los encuentros. Norita sabía que somos tierra, que anda y desde allí no solo supo defender y acompañar las luchas que atentan contra las personas, también, fue compañera y caminante en las luchas en defensa de la tierra, el aire y el agua; así afirmaba que estamos defendiendo los espacios para que lo/as niño/as crezcan con salud y felicidad, puedan disfrutar el aire de este, y para que no se contaminen el aguay la tierra. Las asambleas que luchan contra el extractivismo en nuestros territorios, por la vida, y por los derechos de la naturaleza, fuimos siempre acompañadas por ella,con su sonrisa y pidiendo que no bajemos los brazos, que hay que seguir luchando. Por ello, desde la Unión de Asambleas de Comunidades acompañamos y abrazamos a familiares y amigo/as de Norita, honramos su vida, su trascendencia y su eternidad. ¡Venceremos!